La característica más importante de los cerramientos ligeros es que se instalan como pared exterior de un edificio y por tanto, transmiten unas cargas mínimas a la estructura.
Tienen que estar diseñados para cuidar la estructura del mismo y actuar como aislante frente a climas externos. Los cerramientos ligeros se han convertido en uno de los tipos de revestimiento más populares porque son fáciles de montar e instalar y están disponibles en una gran variedad de diseños y materiales.
Las fachadas ligeras tienen la ventaja de ser fáciles de mantener. Esto se debe principalmente al sistema de montaje en paneles, que facilita la reposición en caso de quiebres, rayones o de una renovación total.
Estos tipos de fachadas son siempre recomendados para la construcción de edificios.
En el ámbito de la construcción, un cerramiento puede ser de tres tipos principales, perimetral, de de interior o de exterior.
Son usados para delimitar o separar un espacio. Así como para crear espacios nuevos como una habitación o salón.
Por regla general y dependiendo si se trata de un cerramiento de interior, el tiempo medio mínimo puede oscilar entre 1 y 2 meses, si es un cerramiento de exterior, dicho tiempo puedde oscilar entre 2 y 3 meses según los materiales empleados en su edificación.
La respuesta a esta pregunta dependerá muchísimo de los materiales empleados; pero por lo general el precio mínimo suele ser de 150 euros, mientras que el máximo puede rondar los 600 euros por metro cuadrado.